Siempre me ha gustado la Navidad, incluso cuando recuerdo a los seres queridos que me faltan durante estos días prefiero pensar como lo hubieran pasado ellos estos días, o lo que nos gustaba compartir juntos. Vamos que en estos días siempre me he convertido en una niña con la ilusión a flor de piel, para preparar comidas, estar juntos, compartir con los amigos, buscar los regalos que hagan ilusión y todas esas cosillas que uno hace la mar de ilusionado cuando es un niño.
Este año me gustan aún más, aunque mi hijo que nació en octubre aún no se entera, yo sí, y lo hago igual que si se enterara, estas navidades son especiales, porque ya me ha tocado el gordo y han venido los Reyes Magos a casa para traerme el mejor regalo del mundo. Mi niño quiso venir a este mundo cuando ya no se le esperaba, la verdad. Como digo a mi niño/a Etíope he ido a buscarle yo (y aquí estamos en la espera) y este ha venido porque le ha dado la gana y aquí está haciendo felices a sus papis, que están que se les cae la baba.
Sólo tienen una espinita estos días, cada vez que algún amigo o mejor conocido, amén de los familiares que me bombardearon con su idiota pregunta según nació mi hijo, saben de mi hijo me preguntan: entonces lo del "otro" ya lo dejarás aparcado, no??? PUES NO, COÑ...., CLARO QUE NO. (Por supuesto que no, a este "otro" he ido a buscarlo yo, ya he aprendido a quererlo tanto que me duele sin aún haberle visto la cara, me emociono sólo de pensar en encontrarme con él/ella en Etiopía).
Cariño no te preocupes, la única diferencia entre antes y ahora es que tendremos que tener el expediente parado nueve meses para que tu hermanito haya crecido un poquito. Ya le hemos empezado a hablar de ti, sé que aún no entiende, pero ya irá entendiendo, y te va a querer tanto como nosotros, ya lo verás. Mi amor espero que más pronto que tarde estemos visitando tu precioso país para hacerlo nuestro. TU PAPÁ, TU HERMANO Y YO TE QUEREMOS.